Si tan solo te vieras como te veo, la mirada intensa y en silencio, con tus ojos diciéndome: mi amor, te quiero. Y cuando te pienso es como si el amor se me desprendiera del cuerpo, siento que el corazón me sale del pecho cuando mis dedos se deslizan suavemente por tu cuerpo, deteniendo el tiempo.
Es el amor menos pensado, el que te hace sentir el cielo con las manos.
El amor menos pensado.
Es ese que no fue.